A partir de un estudio de cuencas hidrográficas, se identifican las zonas que deben ser reforestadas, con el fin de evitar el deterioro de los ecosistemas y con su mejoramiento contribuir a la calidad de las aguas. Así surgen indicadores que se deben tener en cuenta para la creación de una faja forestal y su estudio, para luego determinar las especies forestales que deberán estar presentes en la futura faja y aplicar el método adecuado para obtener el ancho de la misma, dando lugar al proyecto de reforestación de la zona.